Cómo Enfrentar la Pereza y Cumplir tus Metas
Reflexiones de Enero: La Pereza y el Tiempo que Vuela
¡Parece mentira! Enero llega a su fin y con él, la sensación de que el tiempo vuela.
Aunque los días pueden parecer largos, los meses pasan como un suspiro.
Ayer fue otoño, mañana primavera.
Con el final del mes a la vista, es un momento ideal para hacer balance y ajustar las metas para los siguientes seis meses. (Aquí para saber de qué hablo.)
Aún queda una semana, perfecto para afinar y corregir el rumbo.

La Clave: Revisar y Aprender de Enero
Primero, reviso mi lista de tareas del mes. Esa lista de cosas necesarias para avanzar y acercarme a mis metas a seis meses.
La miro, la remiro, la analizo y me hago preguntas clave:
- ¿Qué he logrado?
- ¿Qué no he logrado?
- ¿Por qué unas cosas sí y otras no?
La respuesta es simple y común: lo que he hecho era fácil, y lo que no he hecho… me daba pereza.
Entendiendo a Doña Pereza
Nuestra mente adora su zona de confort. Hacer cosas nuevas o desafiantes puede resultar intimidante o simplemente molesto.
Pero, ¡ojo! No todo lo que postergamos es porque no nos gusta.
Hay cosas que sí me gustan, pero simplemente me cuesta empezar. Por ejemplo:
- Tareas que disfruto pero requieren un esfuerzo inicial:
- Yoga, por ejemplo. Me encanta, pero si no lo hago a primera hora, luego no encuentro el momento.
- Aprender algo nuevo:
- Todo lo que sea nuevo puede dar pereza al principio, aunque luego se convierta en algo sencillo y placentero.
Soluciones para Superar la Pereza
Ahora que lo tengo claro, es hora de afinar.
Esta última semana de enero será clave para implementar (toma palabreja) cambios prácticos. Aquí están mis estrategias:
- Si el yoga me gusta a primera hora, dejo la ropa preparada la noche anterior. Así, al levantarme, no tengo excusas.
- Para las tareas nuevas, establezco pequeños bloques de tiempo diarios. Lo importante es empezar, aunque sea únicamente durante un ratito al día.
Conclusión: La Semana de Afinamiento
Esta semana me centraré en poner en práctica estas soluciones. Ya veremos si funcionan. Mientras tanto, recuerda:
Ser buenos, o no. ¡Chim pum!